Ropa, revistas o periódicos, muebles en mal estado, libros en exceso, electrodomésticos y objetos inservibles que no pueden repararse. Estos son algunos de los objetos que tendemos a acumular en nuestras viviendas, en ocasiones los almacenamos por qué creemos que les podremos dar utilidad en algún otro momento pero ¿En qué momento la acumulación se transforma en un problema grave? Se cree que esta acumulación se vuelve una patología en el momento que empieza a afectar considerablemente en la vida del afectado.
¿Qué es el trastorno por acumulación?
El trastorno por acumulación o síndrome de acumulación compulsiva es un trastorno psicológico que se caracteriza por la acumulación desmedida de objetos acompañada de la incapacidad de desprenderse de ellos.
Las personas que presentan esta patología presentan un apego excesivo a estos objetos y pueden llegar a presentar una conducta agresiva con aquellas personas que quieren tirar sus pertenencias, además de generarles gran angustia el solo pensar que las pueden llegar a perder. Para la gran mayoría de personas con este trastorno los objetos no tienen un valor ni real ni sentimental, pero aún así sienten una necesidad imperiosa por proteger aquello que acumulan.
La acumulación excesiva puede llegar a impedir que los afectados lleven una vida normal, por ejemplo las personas que sufren este trastorno suelen impedir la entrada de familiares, amigos o al propio casero la entrada a la vivienda. Además el acopio excesivo puede representar un riesgo importante para la salud tanto para el individuo como para la comunidad de vecinos, la acumulación de algunos objetos aumenta el riesgo de incendio, la proliferación de plagas y de microorganismos altamente perjudiciales.
Se considera que un individuo presenta un trastorno por acumulación cuando aparecen estos síntomas y cuando la acumulación impide el normal funcionamiento del individuo en el hogar o lugar de trabajo.
La diferencia entre el trastorno por acumulación y el síndrome de Diógenes
El trastorno por acumulación suele confundirse en ocasiones con el conocido síndrome de Diógenes. Aun que estos dos síndromes comparten el síntoma de la acumulación excesiva, esta se diferencia en qué las personas con Diógenes suelen acumular suciedad, alimentos y otros desperdicios y la persona que sufre un trastorno por acumulación no acumula este tipo de deshecho.
Además las personas que padecen el síndrome de Diógenes suelen presentar la acumulación de objetos acompañada del abandono de la higiene personal, aislamiento social y tiende a ser más común en ancianos con demencia u otros trastornos.
Otras de las principales diferencias entre estos dos trastornos es que en el caso del trastorno por acumulación compulsiva puede no ser necesaria un limpieza tan exhaustiva como en el caso de Diógenes. La limpieza y desinfección para el síndrome de Diógenes debe ser minuciosa y puede requerir la intervención de profesionales de la limpieza para realizarla correctamente, debido a la presencia de contaminantes altamente perjudiciales para la salud de la persona en cuestión y sus vecinos. Muchas de la viviendas en las que ha vivido una persona con síndrome de Diógenes suele necesitar una rehabilitación total, en las que además de la higienización, se requieren procesos de desinfección del aire y trabajos de pintura o pequeñas reformas.
Cómo actuar ante el síndrome de acumulación
Si crees que alguno de tus vecinos presenta este trastorno o alguno similar y que necesita ayuda, lo más importante es acudir a algún familiar o conocido de este. Tras alertarlos es recomendable que acudan inmediatamente a un profesional de la salud, que será el encargado del diagnostico y tratamiento de la persona afectada.